Cestas llenas de solidaridad

Cestas llenas de solidaridad

A. Benito –

Canna y Castilla Bio Lab producen alimentos ecológicos en Amayuelas de Arriba y Abia de las Torres para quienes más lo necesitan

Foto: Óscar Navarro

La crisis económica derivada de la pandemia está afectando a numerosas familias que han visto mermar sus ingresos a lo largo del último año. A la vez, la actual situación ha puesto en valor el medio rural y sus formas de producción. Las iniciativas solidarias y el consumo responsable intentan ganar terreno frente a un mundo deshumanizado y como alternativa a modelos productivos  poco respetuosos con el medio ambiente y basados únicamente en el aumento de los beneficios.

 

Altruismo y ecología son las dos ideas que confluyen en el proyecto que ha puesto en marcha la empresa Canna, productora de nutrientes y medios de cultivo de plantas de rápido crecimiento, en colaboración con la palentina Castilla Bio Lab, creada el año pasado y centrada en el cultivo, comercialización y transformación del cáñamo. Ambas han unido esfuerzos para ayudar a quienes sufren la pobreza y no pueden llevar una alimentación equilibrada. 

 

«Somos conscientes de que con la pandemia muchas familias no tienen acceso a frutas y verduras. Por eso, nuestro objetivo con esta iniciativa es producir alimentos frescos que se distribuirán periódicamente entre las personas que más lo necesitan a través de la Asociación de Acción Social Ítaca 3 y de los CDR de Carrión de los Condes y Carrión-Ucieza», apunta Tarek Oubari, representante de Canna. «En total, se repartirán entre mayo y noviembre unas 10.000 cestas de 15 o 20 kilos cada una que contendrán productos variados como patatas, cebollas, puerros, zanahorias, tomates, calabacines, calabazas, frutas, legumbres y plantas aromáticas», añade la coordinadora de marketing, Belén Camarero. 

Cestas llenas de solidaridad

Foto: Óscar Navarro

Para hacer realidad este propósito, Canna cuenta con la inestimable ayuda de Castilla Bio Lab, que además de tener una gran experiencia en cultivos e invernaderos, está en contacto con los agricultores locales y conoce bien sus necesidades, de ahí que los responsables de la compañía palentina sean los coordinadores del proyecto. «Hemos sido los encargados de vehicular las capacidades productivas y de traer la iniciativa al campo para lograr una producción razonable de alimentos», indica José Manuel Miguel, uno de los responsables de la empresa.

 

Concretamente, los huertos se encuentran en Amayuelas de Arriba y en Abia de las Torres. «Queríamos producir en ecológico porque este proyecto también tiene como fin transmitir un concepto y una forma de hacer las cosas», manifiesta el gerente de Castilla Bio Lab, Luis Rodríguez. En este sentido, ambas empresas colaboran con María José Garre, hortelana y panadera, y el agricultor David García, que ha cogido el relevo de su padre, Pablo, secretario provincial de COAG durante muchos años y uno de los primeros impulsores en Palencia de este tipo de producción. También trabajan para el proyecto Ángel y Marisol, dos vecinos de Amayuelas, porque la idea es promover la mano de obra local. «Los medios tienen que estar acordes a los fines», señala Oubari.

 

Los promotores esperan que esta acción sirva para concienciar e incluso llame la atención de otras empresas. «Estamos trabajando en crear una fundación y que, de alguna forma, esto sea la semilla que haga germinar un proyecto replicable, escalable y, en definitiva, más grande», asegura José Manuel Miguel. Eso sí, siempre con la visión de producir alimentos saludables y de alta calidad a través de un modelo basado en unas condiciones de trabajo dignas. 

Foto: Óscar Navarro

Así, y aunque en el campo puede pasar de todo, Canna y Castilla Bio Lab esperan llegar, al menos, a 100 hogares de la provincia con más de 20 toneladas de alimentos, cifras que podrían aumentar sensiblemente si se dan las condiciones adecuadas. «La implicación es máxima porque el resultado es social. Afrontamos el proyecto con muchísima ilusión y esperamos que sirva de ejemplo para otras firmas que quieran aportar algo a la sociedad», expresa Luis Rodríguez, que también cree que esta es una buena forma de reivindicar el medio rural y de demostrar que «en los pueblos también hay oportunidades laborales y de crecimiento personal». En cuanto al reparto de los alimentos, la apuesta es un canal «más alternativo y menos institucionalizado», tal y como explica Miguel, que habla de la propuesta como «algo nuevo y a sumar».  

 

Cabe señalar, por último, que el proyecto impulsado por Canna también se está llevando a cabo en Córdoba bajo la misma filosofía de uso responsable del suelo, cuidado del medio ambiente, potenciación de los cultivos locales y de estación y apoyo al desarrollo rural mediante el apoyo a productores y trabajadores locales.